La obra Viaje al siglo de la mierda bonita nos invita a mirar nuestro siglo XXI desde una perspectiva crítica e inconformista. A través de un viaje imaginario desde el futuro (“Estamos en 3333”) al Toledo de 2017, se describe una serie de experiencias típicas con las que podríamos identificar a los adolescentes de principios del siglo XXI: uniformidad de pensamiento, conformismo, falta de iniciativa, adicción a actividades grupales y a la realidad virtual, etc.